Este fin de semana hemos estado probando el G-Shock 6900G-9ER. Uno de los últimos relojes que ha presentado Caso / G-shock y que teníamos muchas ganas de que pasara por el estudio de Debajo del Reloj. Un reloj del que ya habíamos hablado pero que no habíamos conocido en persona.
El G-Shock 6900 fue lanzado en 1995, han pasado 25 años y la realización de esta versión con carcasa metálica ha sido una genial manera de celebrarlo.
Nuestro punto de partida, antes de llegarnos al estudio el reloj, era que nos había gustado la idea de añadirle la carcasa metálica, aunque lo veíamos muy grande para muñecas pequeñas como es nuestro caso. El dorado de los tres colores era el que menos nos gustaba, preferenciando el cromado por ser el que intuíamos del que menos te puedes cansar y el que mejor resista el paso del tiempo.
El G-Shock 6900G-9ER
El reloj que hemos podido probar es la versión de caja dorada. Un reloj que en cuanto lo tienes en la mano notas una de las grandes diferencias con sus hermanos, el peso, no exagerado pero lógicamente esa carcasa metálica se nota. La manera que se ha adaptado las curvas de 69000 al metal sorprenden positivamente. Todo un reto que han sabido superar muy bien.
La integración de los pulsadores, tornillos es muy buena y queda estéticamente muy bien. El manejo de los pulsadores no nos han parecido normales no destacando ni en uno ni en otro sentido, aunque quizás se ha primado la estética. La correa se adapta bien nos ha parecido en la línea habitual de G-Shock y nos ha gustado el sistema de cambio fácil.
En la pantalla peca como todas (o casi todas) las invertidas (fondo negro y dígitos amarillos) que según como incida la luz es más fácil o complicado ver la información.
En el vídeo que hemos realizado se puede ver una comparativa con otros modelos en tamaño, peso …
¿Qué nos ha parecido?
¿Nos ha gustado? Ya nos gustaba antes de poderlo probar y fotografías y nos sigue gustando. Antes el dorado no nos gustaba y ahora ya le daríamos una oportunidad aunque seguimos prefiriendo el cromado. Pero nos gusta más de lo que pensábamos en un principio. Las formas curvadas y la manera que se han moldeado en el metal nos ha gustado.
Después de haberlo probado… ¿lo compraríamos? Partíamos de un no antes de probarlo y tenemos que reconocer que ya no vemos el tamaño una barrera insuperable por lo que si sería una opción… en cromado…. aunque el dorado nos ha gustado mucho más de lo que esperábamos. Aconsejamos verlos en persona y tocarlos.
